Vamos a darle una vuelta a la siguiente pregunta. ¿Podrían realmente Rusia y China lanzar una moneda respaldada por oro que destronase al dólar como moneda reserva mundial?
Te voy a dar mi respuesta corta:
No.
Vale. Quieres más bacalao. Lo sé. Vamos a masticarlo un poco más.
Es muy difícil que lo consigan. Razones:
- La primera. Vamos a mirar a las tripas del sistema financiero. Para que un sistema financiero sea aceptado, para que una divisa sea líquida y además sea apreciada por los inversores, tiene que tener un mercado de bonos muy desarrollado. Ni China ni Rusia lo tienen.
- La segunda. Los inversores (particulares, empresas, fondos de inversión, bancos, otros gobiernos, …) también valoran la confianza y la seriedad del Gobierno. Por lo menos en su comportamiento económico. Eso lo reflejan sus estadísticas económicas. ¿Y qué ocurre? Pues que si al líder del Partido Comunista de China (PCCh), Xi, porque le viene bien, va y retrasa la publicación de los datos del crecimiento del PIB porque le descuadran su agenda política, y resulta que de lo que publica ha quitado una gran parte de las estadísticas que venían mostrando (verdaderas o falsas), impidiendo el acceso a la información de la marcha de la economía de China, va a ser que los inversores se van a ir a campos con menos socavones ocultos. Los inversores no confían en gobiernos de este perfil, y ese capital extranjero que daría liquidez al sistema financiero se va a otros lugares.
- Tercera. Si quieren crear un área de comercio entre Rusia y China, creando transacciones entre ellos que se liquiden en yuanes (porque en rublos, amigo Vladímir, va a ser que no. No te enfades, es que son muchos chinos y muy poquitos rusos), tiene que haber una integración económica y política muy importante. Tampoco se da, y no se la espera. Por lo que, desde el punto de vista político, ese curro está sin hacer. Bueno, por si la explicación política es un tema subjetivo, vamos a lo económico, que es algo más objetivo.
- Cuarto: el volumen. Si les da por crear una zona de intercambio entre ellos, tendría poca importancia económica a nivel del volumen de pagos. Ahora mismo, el 43% de los pagos que se realizan en el mundo son realizados con dólares, y el 34% con euros. El yuan, que ahora mismo puede representar en torno al 2% de los pagos que se realizan en el mundo. ¿Cómo? ¿Sólo en torno al 2%? ¿Pero cómo va a ser eso con la cantidad de gente que hay allí comprando el pan a diario? Pues pasa que el consumo interno de China está en horas bajas (o muy bajas), el volumen comercial en África (que también tiene algo) es bajo, y en algunos países del cono sur de América, se utiliza como parte de algunas reservas, pero no para comerciar en el día a día. El mundo desarrollado no compra a China casi nada en yuanes. Se usan divisas fuertes como euro o dólar, que China acepta de buena gana. ¡Y cuidado! Gracias a haber aceptado el pago en dólares durante más de 20 años, y la gran acumulación de reservas de divisas conseguidas, el yuan no se está desplomando más de lo previsto. Pero eso es otra historia…
Bueno. De acuerdo. En cabezonería no les gana nadie. Así que vamos a fijarnos en el oro. Es cierto que China ha comprado cantidades enormes de oro en el año 2022, y que ya venía acumulando desde hace tiempo. Este volumen de oro nos hace pensar, junto con el comportamiento de Rusia (que ahora no realiza operaciones en dólares como consecuencia de las sanciones) que podrían lanzar una moneda respaldada por oro. ¿Es eso posible? Por poder, se podría. Pero vamos a pensar. ¿Qué problemillas plantea?
- Primero, supongamos que la moneda es digital. Una CDBC (Central Bank Digital Currency – en español, Moneda Digital de Banco Central). No solucionaría lo básico: la liquidez. ¿Por qué? Simple. Todos los inversores sabemos perfectamente que China va a utilizar nuestros datos. Por otro lado, tendríamos que ver si en un momento determinado, si vienen mal dadas, nos bloquearían los wallets, nos impedirían hacer transacciones o nos impedirían hacer swaps con otras monedas. Por ahí no cuela.
- Segundo, visto el panorama anterior, lo que le queda a China es una moneda física que se ponga en circulación. Tus preguntas me resuenan en la cabeza: ¿Otra? ¿Y la de ahora no vale? Pues no. Tienen la impresora quemada de tanto darle a la tecla F7. Ahí ya no hay nada que rascar. Pero puede que no estés muy de acuerdo con esto. Vale. ¿Y tú crees que eso va a ocurrir? Complicadillo. ¡Ojo, no es que no! Pero sería como sacar algo así como un «glod yuan», «hard yuan», o llámalo-como-te-dé-la-gana, donde se requeriría crear una relación de 1 «gold yuan» por varios miles de yuanes de los de la impresora, empobreciendo de golpe a toda la población de China (¿Te suena de algo si eres venezolano?).
Por si no sabes lo que está pasando en China, la cosa anda un poco calentita con bancos quebrando, mercado inmobiliario colapsando, encierros por supuestas pandemias que empiezan a no ser muy verosímiles, etc… como para ahora decirles a los ciudadanos de allí que se les devalúan los ahorros en un 1000%… Por lo tanto, creo que lo más probable que el dólar vaya a seguir ejerciendo su dominio en los próximos años y que ni Rusia, ni China vayan a destronarlo, al menos a medio plazo, como moneda de reserva mundial.